Día 5

Hoy es el turno de uno de los santuarios más destacados de la ciudad: Fushimi Inari, el templo de 10 000 puertas Torii.

Al llegar, nos invita a entrar en el santuario la Puerta Romon. En el salón principal o Honden, es típico que los visitantes muestren sus respetos a la deidad con una pequeña ofrenda.

A lo largo del paseo, se observan varias estatuas de zorro. Estos animales se llaman kitsune, y son mensajeros del dios Inari, por lo que también son honrados en el santuario.

Si realizas la ruta de senderismo, te percatarás de unas puertas rojas conocidas como Torii. Estas fueron donadas por individuos o compañías al santuario, y sus nombres están grabados en la parte posterior.

El santuario está abierto todos los días a cualquier hora. Si lo prefieres, incluso puedes venir en la tranquilidad de la noche, pero recuerda llevar linternas, ropa de abrigo y una botella de agua.

Tras una comida, nuestra siguiente parada es el templo Tofuku-ji, conocido por sus increíbles jardines paisajísticos. En invierno, resulta imprescindible la visita a este santuario.

De diciembre a marzo, sus horarios de apertura son de 9:00 a 16:00, y la entrada cuesta 1000 yenes.

En una zona residencial, lejos del centro de la ciudad, se encuentra el templo Daigo-ji, conocido como el "Templo de las flores". Pertenece a la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y es que el paisaje de este santuario es único en el mundo.

En Daigo-ji, podemos encontrar una llamativa pagoda de cinco pisos del año 951. Es el edificio más antiguo de Kioto, y tras varios incendios, sigue intacta desde su construcción.

Además, el paisaje de la sala Bentendo es uno de los mejores de todo Japón. En otoño, cuando los árboles se tiñen de rojo, la arquitectura y la naturaleza se funden en un solo ser y nos muestran una imagen inolvidable.

El templo está abierto todos los días del año de 9:00 a 17:00, y la entrada cuesta 1.500 yenes de marzo a mayo y de octubre a diciembre. El resto del año cuesta 750.

Tras esto, acudimos de vuelta al hotel para hacer las maletas y salimos a comer, ya en la última noche de nuestro viaje a Kioto.